El extraño suceso ocurrió en Columbus, en el estado de Ohio, en Estados Unidos. El usuario llevaba las gafas en todo momento desconectadas, intento dialogar con los encargados, pero no hubo forma de hacerles entrar en razón, fue expulsado y le requisaron las gafas, eso si, les serían devueltas más tarde. Pasados unos días admitieron su error, y le regalaron dos entradas para que pudiera ir otro día al cine.
Esperamos que con el paso del tiempo este tipo de sucesos no ocurran, pero no me extrañaría que se pueda repetir algún episodio parecido debido a la particularidad del propio gadget. Las Google Glass aún no se comercializan en Europa, y faltaría algún tiempo para que las tengamos en el mercado, su introducción al mundo ha levantado todo tipo de críticas, algunos las ven como una forma de invadir la privacidad de las personas, otros como un gran invento que nos ayudará en muchas facetas.
¿Os llevarías las gafas al cine? ¿Quién pensáis que tiene razón, el cine o el usuario? ¿Como veis vosotros las Google Glass?
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