Las baterías han sido desde hace tiempo un rompecabezas difícil de completar dentro del mundo de la tecnología en general. Almacenar grandes cantidades de energía nunca ha sido tarea fácil y por más que se ha investigado, los resultados que encontramos en muchos productos de consumo no son del todo buenos.
Bien sea en nuestro ordenador, en el teléfono, la tablet… la mayoría de los dispositivos portátilesviven pegados a una batería de más o menos capacidad. Teniendo esta relación en cuenta, está claro que necesitamos de una energía almacenada para poder hacerlos funcionar, por lo que una batería en buen estado será clave para que no terminemos pasando a llamar “trasto inútil” al aparato.
Por todos es sabido que a cuantas más cargas le hagamos a una batería, menos capacidad total tendrá para ofrecernos. Esto no se traduce en un descenso brusco (en la mayoría de los casos), pero sí que podemos llegar a perder incluso un 25% en 2 años de uso continuado. A diferencia de componentes como el procesador, los avances en el mundo de las baterías son mucho más lentos y espaciados en el tiempo, por lo que cada salto de generación es realmente bienvenido tanto por fabricantes como por usuarios.
De cara a entender cómo se produce esta perdida de capacidad, científicos de los laboratorios americanos Lawrence Berkeley, Brookhaven y Stanford han realizado una investigación de la que han podido concluir que los iones de litio no inciden de forma uniforme, si no que lo hacen sobre zonas concretas creando pequeñas imperfecciones a nivel atómico.
Para que un copo de nieve pueda formarse, necesita de una partícula de polvo en el aire. En este caso, ocurre un efecto parecido, pero cambiando los elementos que participan. Así, el óxido de níquel solo se convertirá en níquel metálico cuando exista una de estas imperfecciones -asegura el experto en materiales Huolin Xin-. Por otro lado, también han podido detectar que cuando los iones se mueven en el el cátodo al cargarse, generan un un tipo de estructuras cristalinas que cubren progresivamente los electrodos y también disminuyen su capacidad.
Según podemos leer en Gizmodo, la solución que proponen los científicos pasa por el uso de un polvo que, a nivel atómico, pueda recubrir los electrodos y evite que los iones de litio dañen la superficie. Por el momento es pronto para poder saber cuando podría llegar esta nueva tecnología, aunque lo más probable es que pasen algunos años para que se haga realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario