La saga Call of Duty lleva una década en lo más alto del género acción en primera persona, especialmente dentro del subgénero bélico, y a pesar de las críticas de los aficionados durante las últimas entregas, acusando a Activision de explotar una franquicia que siempre trae pocas novedades, sigue siendo una saga de referencia. Además, la inclusión de una nueva desarrolladora, dará tres años de margen a cada una para lanzar su Call of Duty, asegurando calidad cada año.
Sledgehammer Games es la encargada del desarollo del título bélico de Activision de este año, para el que falta tan sólo medio mes para ver en nuestras consolas y ordenadores. La sensación general entre el público y la crítica, es que por fin Call of Duty traerá los suficientes cambios como para justificar al menos el título de este año. Es una sensación de frescor que recibimos con mucho agrado.
Una historia a la altura
Además de la falta de cambios de una entrega a otra, una de las principales críticas hacia la saga Call of Duty desde hace bastantes años es la ausencia de una campaña principal ligeramente prolongada y cuidada. Esta vez se nos han asegurado cambios muy prometedores, y podremos volver a disfrutar de una historia interesante y entretenida.
Para ello Activision ha tirado la casa por la ventana contratando al laureado actor Kevin Spacey, capturando cada expresión de su cara, añadiendo realismo y atracción para una campaña que pone el listón muy alto desde el primer momento. Además, Call of Duty vuelve a adentrarse en el futuro cercano, esta vez de una forma que nos recuerda a Unreal Tournament, Crysis o Titanfall, y que no deja de ser realista, o al menos posible.
Una jugabilidad completamente nueva
Esta vez el futuro cercano es más que una excusa para nuevas armas, vehículos o dispositivos. En Advanced Warfare la ambientación afectará totalmente a la jugabilidad, acercando a la franquicia de Activision a juegos como los que hemos comentado anteriormente. Algunos hablan de copia de uno y otro juego, pero tras ver varios gameplays y conocer detalles del desarrollo, esta entrega de Call of Duty emite sensaciones frescas y propias, y más que nada, diversión.
El exoesqueleto será nuestro mayor aliado, tanto en la campaña de un jugador como en la facetamultijugador del título, y es el principal culpable del cambio jugable del juego. Gracias a este dispositivo y las modificaciones que elijamos instalarle, tendremos más fuerza, seremos capaces de saltar más y el juego adquirirá una verticalidad nunca antes vista en la saga.
La personalización, por tanto, adquiere un par de matices nuevos. Siempre es una constante en este tipo de juegos, pero la inclusión del exoesqueleto añade más posibilidades a Call of Duty. De hecho, contaremos con la friolera cifra de 750 niveles en total por los que manejar a nuestro soldado, la cantidad de horas que podremos pasar consiguiendo nuevas habilidades, gadgets y armas será enorme.
¿Tenéis ganas de tener Advanced Warfare en vuestras manos?
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